miércoles, 3 de marzo de 2010

Marina, filosofa, 40 años.

Mi gran deseo utópico: un mundo donde no existiera el puto dinero (perdón, quiero decir el vil metal). Donde todos nos moviéramos solo por lazos fraternales y transparentes; un bello mundo ameboide de movimientos libres, inteligencia superior y emociones compartidas. De acuerdo, así contado, parece un coctel de la India hippy, Gran Hermano y Redes. Sin embargo (que quede entre nosotr@as) en mi pequeño mundo esas leyes funcionan (con sus limitaciones), y las intento exportar transmitiendo ideales, esperanza, alegría, energía, encanto, ternura. Rehuso posesiones, frenos, ataduras, responsabilidades, propiedades, cargas, convenciones, herencias. En lo posible.
Mi mayor deseo realista: pagar impuestos (en serio) y otras ayudas, para repartir el bienestar (ya que el dinero existe, demosle un buen uso, coño) y ser todos sobre la Tierra (real) un poco mas felices (si es de este modo, sobre todo yo).

Amar, reír, soñar, crear, admirar, respetar, sorprenderme, aprender, experimentar, experimentar-me, bailar, es mi nirvana.

(la banana bailarina es un bonito retrato con el que me identifico, que me ha dedicado Almudena, la hija de mi amiga Neli, con sello de autenticidad: titulado y firmado)

1 comentario:

  1. Gracias querida amiga, me ha gustado mucho tu deseo tan utopico y a la vez tan real. Yo deseo seguir compartiendo contigo una parte de este pequeño mundo... mas amenudo....
    Besos M.

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¿Cual es tu deseo? ¿Que es lo que te importa profundamente? ¿Que te mueve hacer lo que haces? ¿Que es lo que te gusta realmente?