lunes, 7 de febrero de 2011

El deseo de Kique, ilustrador y músico

Hola Mónika, tanto qué pasó y por fin te voy a mandar mi deseo.
Pues fíjate que tiene que ver con todo lo del otro día de la velada (p)neumática. Desde hace tiempo estoy preparado por si un día se me aparece un genio de una lámpara. Y lo que le pediré es que me dé una voz profunda para cantar. Que sea caliente esta profundidad, tipo que te metes en una cueva que te encuentras por el campo, con un mecherito, (desde luego no llevabas una linterna en ese momento), y te encuentras con corrientes de aire caliente que no sabes de donde vienen. Un poco húmedo también el ambiente, no mucho, lo justo para no ser seco y con un pelín de reverberación, un grado de reverberación digamos, baja, pero clara, sencilla pero evidente. La verdad es que en algún momento se agradece que el mechero no sirva para mucho y que dejes de utilizarlo para quedarte a oscuras completamente. Te paras, claro, y ves que te mastica un silencio rico, lleno de virtudes. Con esto después me gustaría ser kruner durante una temporada; ir por bares con música en directo donde poder susurrar melodías (a veces espontaneamente) poniendo poses muy cool, nocturnas, todo el mundo cansado, tarde pero nadie se marcha pegados todos a una inercia legañosa, la espalda quebrada.

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