... Y los deseos inconfesables ... los prohibidos...
¿Dónde los guardamos?
Porque estos deseos no queremos que se cumplan ... sabemos perfectamente que no nos convienen para nada ... hay que encerrarlos en un baul con siete candados y no abrirlo nunca ...
Recogo propuestas para buscarles su sitio.
A ver, a ti, ¿qué se te ocurre?
Proyecto personal-artistico de Monika Rühle. Quiero saber lo que deseas o anhelas realmente, lo que te mueve, lo que te motiva, conocer tu proyecto vital profundo. Éste blog es un espacio interactivo, con absoluta libertad, que recoge y muestra tu participación. El formato son entrevistas escritas, grabadas en vídeo, sonidos, imágenes, comentarios, e-mails. Hazte seguidor. Ya se ha editado un libro con parte del contenido y se presentará como video-instalacion más adelante.
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Estos deseos hay que maquillarlos. Como bien sabemos no hay nada que no se arregle con cuatro pinceladas de colores llamativos. Creo que esos deseos no podemos guardarlos, debemos contarlos de una forma metafórica, porque al contarlos pierden su valor como deseos, a su vez, de esta manera, a los oidos de los demás llegan en forma de algo distinto. Algo seguramente menos indeseable.
ResponderEliminarAlicia, maestra, 23 años